Así es como lo veo yo....

Cuesta creer que en un país donde la recesión va devorando con voracidad la economía y los habitantes de este  no tienen trabajo y se ven expulsados de sus hogares,…los políticos gasten todas sus fuerzas en pelearse entre ellos. De mientras, el pueblo sufre y sus esperanzas de salir a flote se desvanecen viendo como la miseria acecha a la vuelta de la esquina .Pero eso sí,  los políticos llenan las arcas… las arcas propias. Ante tal situación la gente de a pie, en su intento desesperado por salir adelante, se lanza a las calles , reivindica sus derechos, protesta porque las cosas no se están haciendo bien y mediante sus palabras hace intento de vapulear nuestro sistema político. Pese a las continuas negativas , sigue en su empeño, mostrando su repulsión hacía nuestro ya asentado bipartidismo , y esforzándose por lograr cambios que sacien el hambre de mejora .. Y es que la teoría de Vygotsky no solo surge efecto con los animales sino también con nosotros, pues cuando nos encaminamos por un sendero y recibimos un escarmiento una vez, y otra , y otra , y otra,… Al final, aprendemos que ese no es el camino adecuado para hacer las cosas. Esto mismo es lo que nos ha pasado al pueblo, que al final, nos hemos cansado de ser los que tenemos que pagar los platos rotos y los errores de los de arriba.   

A pesar de todo,  me extraña el hecho de que no muestran empatía, al menos una empatía que refleje un sentimiento veraz. Así pues , por ejemplo Leire Pajín , afiliada y representante del PSOE , tan solo dos días antes de las elecciones a presidente gubernamental , decía  “ No os resignéis ( votantes del PSOE) y salid a votar con la cabeza bien alta”.  Cuando  en dicha ocasión hubiera sido conveniente haber dicho “No os resignéis a vivir en la miseria, seguid luchando para salir de esta recesión con la cabeza bien alta”.

Sin embargo, la triste verdad es que a nuestros queridos políticos, los representantes del pueblo, los portavoces de nuestra palabra,… solo les importa el voto, A veces incluso olvidándose de que detrás de cada papeleta hay una persona, y detrás de algunas personas hay un drama  que ellos están “obligados” a solucionar, una obligación que a día de hoy  sigue siendo como nuestro papel en la decisión de las cosas… meramente simbólica.

Fernando.